SOTERIOLOGIA

(Por lo tanto, la lista de Iglesias/Denominaciones mencionadas, independientemente de cómo hayan descrito su comprensión personal de la doctrina de la salvación, están de acuerdo en su mayor parte con la siguiente declaración y la encuentran consistente con lo que enseña la Biblia y lo que los cristianos bíblicos generalmente han creído acerca de la naturaleza de la salvación por gracia a través de la fe en Jesucristo.

(Nota: La lista de Iglesias/Denominación se basa únicamente en puntos de vista soteriológicos acordados. Recomendamos que en cualquier otra doctrina esencial que la persona que lea esta lista, si está interesado por una denominación, consulte su sitio web de la iglesia local sobre doctrinas, prácticas, etc.)

ARTÍCULOS DE AFIRMACIÓN Y NEGACIÓN

ARTÍCULO UNO: EL EVANGELIO
Afirmamos que el Evangelio es la buena noticia de que Dios ha abierto un camino de salvación a través de la vida, muerte y resurrección del Señor Jesucristo para cualquier persona. Esto está de acuerdo con el deseo de Dios de que cada persona sea salva.

Negamos que sólo unos pocos elegidos sean capaces de responder al Evangelio mientras que el resto está predestinado a una eternidad en el infierno.

Génesis 3:15; Salmo 2:1-12; Ezequiel 18:23, 32; Lucas 19,10; Lucas 24:45-49; Juan 1:1-18, 3:16; Romanos 1:1-6, 5:8; 8:34; 2 Corintios 5:17-21; Gálatas 4:4-7; Colosenses 1:21-23; 1 Timoteo 2:3-4; Hebreos 1:1-3; 4:14-16; 2 Pedro 3:9

ARTÍCULO DOS: EL PECADO DEL HOMBRE
Afirmamos que, por la caída de Adán, toda persona hereda una naturaleza y un ambiente inclinado al pecado y que toda persona que sea capaz de acción moral pecará. El pecado de cada persona por sí solo trae la ira de un Dios santo, la ruptura de la comunión con Él, el egoísmo y la destrucción, la muerte y la condenación a una eternidad en el infierno.

Negamos que el pecado de Adán haya resultado en la incapacidad del libre albedrío de cualquier persona o que haya hecho culpable a alguna persona. Por el pecado ancestral (original) ningún pecador es remotamente capaz de alcanzar la salvación por su propio esfuerzo, negamos que ningún pecador se salve sin una respuesta libre al llamado del Señor a través del Evangelio.

Génesis 3:15-24; 6:5; Deuteronomio 1:39; Isaías 6:5, 7:15-16; 53:6; Jeremías 17:5,9, 31:29-30; Ezequiel 18:19-20; Romanos 1:18-32; 3:9-18, 5:12, 6:23; 7:9; Mateo 7:21-23; 1 Corintios 1:18-25; 6:9-10; 15:22; 2 Corintios 5:10; Hebreos 9:27-28; Apocalipsis 20:11-15

ARTÍCULO TRES: LA EXPIACIÓN DE CRISTO
Afirmamos que la sustitución penal de Cristo es el único sacrificio disponible y eficaz por los pecados de toda persona.

Negamos que esta expiación resulta en salvación sin la respuesta libre de arrepentimiento y creencia (fe) de una persona. Negamos que Dios imponga o retenga esta expiación sin respeto a un acto de libre albedrío de la persona. Negamos que Cristo murió sólo por los pecados de aquellos que serán salvos.

Salmo 22:1-31; Isaías 53:1-12; Juan 12:32, 14:6; Hechos 10:39-43; Hechos 16:30-32; Romanos 3:21-26; 2 Corintios 5:21; Gálatas 3:10-14; Filipenses 2:5-11; Colosenses 1:13-20; 1 Timoteo 2:5-6; Hebreos 9:12-15, 24-28; 10:1-18; 1 Juan 1:7; 2:2

ARTÍCULO CUATRO: LA GRACIA DE DIOS
Afirmamos que la gracia (favor divino) es la decisión generosa de Dios de proveer salvación a cualquier persona, Dios mismo tomando toda la iniciativa en proveer expiación, ofreciendo gratuitamente el Evangelio en el poder del Espíritu Santo, y uniendo al creyente a Cristo a través del Espíritu Santo por la fe.

Negamos que la gracia niegue la necesidad de una respuesta libre de fe o que no pueda ser resistida. Negamos que la respuesta de fe sea de alguna manera una obra meritoria que gane la salvación.

Esdras 9:8; Proverbios 3:34; Zacarías 12:10; Mateo 19:16-30, 23:37; Lucas 10:1-12; Hechos 15:11; 20:24; Romanos 3:24, 27-28; 5:6, 8, 15-21; Gálatas 1:6; 2:21; 5; Efesios 2:8-10; Filipenses 3:2-9; Colosenses 2:13-17; Hebreos 4:16; 9:28; 1 Juan 4:19

ARTÍCULO CINCO: LA REGENERACIÓN DEL PECADOR
Afirmamos que toda persona que responde al Evangelio con arrepentimiento y cree (fe) nace de nuevo por el poder del Espíritu Santo. Es una nueva criatura en Cristo y entra, en el momento en que cree, en la vida eterna.

Negamos que cualquier persona sea regenerada antes o aparte de escuchar y responder al Evangelio arrepintiéndose y creyendo.

Lucas 15:24; Juan 3:3; 7:37-39; 10:10; 16:7-14; Hechos 2:37-39; Romanos 6:4-11; 10:14; 1 Corintios 15:22; 2 Corintios 5:17; Gálatas 2:20; 6:15; Colosenses 2:13; 1 Pedro 3:18

ARTÍCULO SEIS: LA ELECCIÓN A LA SALVACIÓN
Afirmamos que, en referencia a la salvación, la elección habla del plan eterno, misericordioso y cierto de Dios en Cristo para tener un pueblo que sea suyo por el arrepentimiento y la fe.

Negamos que la elección signifique que, desde la eternidad, Dios predestinó a ciertas personas para salvación ya otras para condenación.

Génesis 1:26-28; 12:1-3; Éxodo 19:6; Jeremías 31:31-33; Mateo 24:31; 25:34; Juan 6:70; 15:16; Romanos 8:29-30, 33; 9:6-8; 11:7; 1 Corintios 1:1-2; Efesios 1:4-6; 2:11-22; 3:1-11; 4:4-13; 1 Timoteo 2:3-4; 1 Pedro 1:1-2; 1 Pedro 2:9; 2 Pedro 3:9; Apocalipsis 7:9-10

ARTÍCULO SIETE: LA SOBERANÍA DE DIOS
Afirmamos la omnisciencia y soberanía de Dios sobre la salvación o condenación de cada persona.

Negamos que la soberanía y el conocimiento de Dios requieran que Él haga que una persona acepte o rechace la fe en Cristo.

Génesis 1:1; 6:5-8; 18:16-33; 22; 2 Samuel 24:13-14; 1 Crónicas 29:10-20; 2 Crónicas 7:14; Joel 2:32; Salmo 23; 51:4; 139:1-6; Proverbios 15:3; Juan 6:44; Romanos 11:3; Tito 3:3-7; Santiago 1:13-15; Hebreos 11:6, 12:28; 1 Pedro 1:17

ARTÍCULO OCHO: EL LIBRE ALBEDRÍO DEL HOMBRE
Afirmamos que Dios, como expresión de Su soberanía, dota a cada persona de un libre albedrío real (la capacidad de elegir entre dos opciones), que debe ejercerse aceptando o rechazando el "llamado misericordioso" de Dios a la salvación por el Espíritu Santo a través de la Evangelio.

Negamos que la decisión de fe sea un acto de Dios más que una respuesta de la persona. Negamos que haya un “llamado eficaz” para ciertas personas que sea diferente de un “llamado general” a cualquier persona que escuche y entienda el Evangelio.

Génesis 1:26-28; Números 21:8-9; Deuteronomio 30:19; Josué 24:15; 1 Samuel 8:1-22; 2 Samuel 24:13-14; Ester 3:12-14; Mateo 7:13-14; 11:20-24; Marcos 10:17-22; Lucas 9:23-24; 13:34; 15:17-20; Romanos 10:9-10; Tito 2:12; Apocalipsis 22:17

ARTÍCULO NUEVE: LA SEGURIDAD DEL CREYENTE
Afirmamos que cuando una persona responde con fe al Evangelio, Dios promete completar el proceso de salvación hasta la eternidad. Toda nuestra salvación pasada, presente y futura depende de la fe. La Iglesia será salva, este proceso comienza con el arrepentimiento y el creer. En el momento de la fe, ocurren la justificación y la regeneración, por lo que el pecador es inmediatamente absuelto de todo pecado y se le concede la paz con Dios y, consecutivamente, se convierte en una nueva creación por la fe. De hecho, toda nuestra salvación, de principio a fin, está condicionada a la fe y está disponible ilimitadamente para todos los que creen. El creyente nacido de nuevo entonces continúa en la santificación guiado por el Espíritu Santo, por lo cual los salvos son conformados progresivamente a la imagen de Cristo teniendo la santidad como norma de vida; y concluye en la glorificación, por la cual el creyente disfruta de la vida con Cristo para siempre. El hombre que ha confiado en Jesucristo tiene vida eterna y no perecerá jamás. Sin embargo, la Seguridad de la Salvación del creyente no depende de su perseverancia sino de su fe.

Negamos la “Perseverancia de los santos para salvación”, y afirmamos la “Preservación” (guardados) por el poder de Dios por medio de la fe para salvación”. Los santos no perseveran para alcanzar la salvación; son preservados (guardados) mediante la fe para salvación. La Biblia aclara que el creyente es guardado por Dios a través de la fe, el santo no se guarda a sí mismo. ¿Quiénes están seguros? Las ovejas. ¿Quién no puede ser arrebatado (quitado por la fuerza)? Las ovejas. ¿Jesús a quién está dando seguridad de (tiempo presente) vida eterna? Las ovejas. ¿Quiénes son las ovejas? ¿Cristo a quién le está dando vida eterna? ¡Solo aquellos que están escuchando y siguiendo en el tiempo presente! ¿A quién protege Jesús y el Padre en sus manos? No es el que escuchó y siguió, sino solo aquellos que están creyendo activamente ahora y están siguiendo activamente ahora por fe. ¡Fe genuina! Esta es la verdadera seguridad bíblica.

Juan 1:12; 10:27-29; 14:1-4; 16:12-14; Hechos 26:18; Filipenses 1:6; Romanos 3:21-28; 5:1; 8:29,30; 35-39; 12:1-3; 2 Corintios 4:17; Gálatas 3:26; Efesios 1:13-14; Filipenses 3:12; Colosenses 1:21-22; 1 Juan 2:19; 3:2; 5:13-15; 1 Pedro 1:5; 1 Tesalonicenses 5:23; 2 Timoteo 1:12; Hebreos 11:1; 13:5; Santiago 1:12; Judas 1:1; 24-25

ARTÍCULO DIEZ: LA GRAN COMISIÓN
Afirmamos que el Señor Jesucristo comisionó a Su iglesia a predicar las buenas nuevas de salvación a todas las personas hasta los confines de la tierra. Afirmamos que la proclamación del Evangelio es el medio de Dios para llevar a cualquier persona a la salvación.

Negamos que la salvación sea posible fuera de una respuesta de fe al Evangelio de Jesucristo.

Salmo 51:13; Proverbios 11:30; Isaías 52:7; Mateo 28:19-20; Juan 14:6; Hechos 1:8; 4:12; 10:42-43; Romanos 1:16, 10:13-15; 1 Corintios 1:17-21; Efesios 3:7-9; 6:19-20; Filipenses 1:12-14; 1 Tesalonicenses 1:8; 1 Timoteo 2:5; 2 Timoteo 4:1-5